Reynaldo Flores es, sin duda, un peruano extraordinario. Su vida es un ejemplo de superación, resiliencia y pasión por el café. Desde sus humildes comienzos en Huancavelica hasta convertirse en presidente de la Asociación de Productores Sumaq Café Ecológico, su trayectoria ha sido marcada por desafíos y triunfos que han transformado la vida de más de 60 familias caficultoras.
Orígenes y Primeros Desafíos
Nacido el 22 de diciembre de 1973 en un pequeño pueblo de Huancavelica, Reynaldo fue el mayor de cuatro hermanos y creció en una familia que siempre enfrentó las adversidades con coraje. Desde muy joven, la vida le presentó pruebas difíciles: en 1990, con apenas 16 años, perdió a su madre y ese mismo año enfrentó el intento de ser reclutado por el “Senderismo iluminado”, una influencia ideológica que marcaba el entorno de la región en esa época. La pérdida y el temor se mezclaron con la resiliencia, y poco después, Reynaldo encontró en una persona especial el consuelo que lo acompañaría en su caminar, convirtiéndose en esposo y, al año siguiente, en padre.
Ante la tragedia del fallecimiento de su padre y asumiendo la responsabilidad de cuidar a sus tres hermanos menores, Reynaldo se vio obligado a abandonar la escuela para trabajar y sostener a su familia. Durante esos años, en Huancayo, se desempeñó en diversas actividades: albañil, vendedor ambulante y hasta cobrador de buses. Estas experiencias no solo forjaron su carácter, sino que le enseñaron el valor del esfuerzo y la perseverancia.
El Encuentro con el Café y la Selva Central
En 1993, la vida de Reynaldo dio un giro inesperado. Un vecino de Huancavelica le ofreció la oportunidad de trabajar en la selva central cosechando café. Lo que debía ser una experiencia breve de 15 días se extendió a seis meses, y fue en Pangoa donde Reynaldo se enamoró del café. Durante los siguientes tres años, se dedicó a aprender todos los secretos del cultivo, sentando las bases para su futuro como caficultor.
En 1997, con determinación y visión de futuro, compró su primera hectárea de terreno y, para 1999, ya estaba cosechando su primera producción. La expansión fue rápida: en 2007 contaba con cerca de 40 hectáreas dedicadas al cultivo del café. Este crecimiento no solo le permitió mejorar su situación personal, sino también impulsar el desarrollo de una comunidad entera.
Liderazgo y Logros Internacionales
En el año 2002, Reynaldo dio un paso decisivo al formar la Asociación de Productores Sumaq Café Ecológico, que hoy agrupa a más de 60 familias caficultoras. Bajo su liderazgo, la asociación se ha destacado por producir un café de alta calidad, cultivado entre los 1300 y 2000 metros sobre el nivel del mar en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM).
Entre los hitos internacionales de Sumaq Café se encuentra la obtención de la medalla de bronce en el “Concurso Internacional de Cafés Tostados al Origen AVPA-París 2017”, en la categoría Aromatique Acidulé. Asimismo, el café de la asociación alcanzó 88.70 puntos en la cata del “Taza de Excelencia 2017”, ubicándose entre los 10 mejores cafés a nivel nacional. Este reconocimiento les abrió las puertas a mercados internacionales, logrando una venta en subasta a US$1,122 por quintal.
Además, en 2016, el Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI) apoyó a la asociación con un cofinanciamiento de S/604,436 a través del programa AGROIDEAS, permitiendo incrementar la productividad de 12 a 20 quintales por hectárea y consolidar el posicionamiento del café especial peruano.
Emprendimiento y Legado
La visión de Reynaldo Flores trasciende la producción agrícola. En 2018 abrió la primera cafetería de la asociación en Pangoa, y en 2020 inauguró una segunda, ampliando así el alcance y la presencia de Sumaq Café en el mercado local. Su producto estrella es el café Natural, producido a partir de las variedades Geisha y Bourbon, que se distingue por sus 86 puntos y notas a vino, guindones y aceitunas.
Comprar y disfrutar del café de Sumaq Café no solo es deleitarse con una bebida de alta calidad, sino también reconocer el esfuerzo, la resiliencia y la historia de un hombre que, contra viento y marea, transformó la adversidad en oportunidad.
La historia de Reynaldo Flores es un testimonio del poder de la perseverancia y la visión emprendedora. Desde un joven que tuvo que enfrentar la pérdida y la adversidad hasta convertirse en un líder reconocido a nivel nacional e internacional, su legado inspira a todos aquellos que creen en la transformación a través del trabajo y la pasión. Su aporte al mundo del café ecológico peruano no solo enriquece el paladar de quienes lo disfrutan, sino que también impulsa el desarrollo sostenible de comunidades enteras en el corazón del Perú.
Cada taza de café Sumaq Café es, en esencia, un homenaje a la historia de Reynaldo Flores y a la incansable labor de todas las familias caficultoras que han hecho posible este sueño.